Estudios
realizados en diversas universidades alrededor del mundo apuntan que hacer
actividad al aire libre es más beneficioso a nivel físico y psicológico que
acudir regularmente al gimnasio.
Quienes realizan
ejercicio al aire libre experimentan una disminución considerable en sus
niveles de tensión, estrés, confusión y enojo.
El respirar aire
puro es uno de los beneficios de la actividad física al aire libre ya que
purifica nuestros pulmones y por ende todo nuestro organismo, lo que significa
que respiramos mejor y con más calidad.
Asimismo nuestros
pies estarán más relajados, corriendo por el monte, que por el duro asfalto, de
esta forma, estaremos previniéndonos de sufrir tendinitis, además de que
ejercitamos todo el pie.
Otro aspecto
importante que quemamos calorías, inclusive quemas mucho más calorías que si lo
haces en la ciudad o en una cinta de correr.
Por tanto,
aproveche y salga más al campo y enciérrese menos en un gimnasio.
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